Pensamos que una huida, en cualquier plano de nuestra vida
nos va a resolver el futuro.
La huida física, de un cambio de domicilio, de un pueblo, de
un país, nos da una nueva visión del mundo, entramos en la sociedad de otro
lugar, con una proyección de un futuro diferente, con soluciones a las
preguntas que no encontrábamos donde nos hallábamos. Todo esto dura un tiempo,
un tiempo que no se puede definir, ya que entran muchos factores que dependen y
organizan nuestras perspectivas. Pero lo único que hemos creado es un escenario
nuevo, donde nuestra vibración no resulta, empezará a ser cada vez más notable,
y el escenario nos hará el mismo dolor que en el antiguo escenario, al final
llega un día donde encuentras la misma emoción de la que huiste, pero ahora la
huida no es tan fácil, debido a que las excusas que te dieron el motivo, no
están, sólo queda la emoción.
¿Y qué hacemos? Buscamos una huida emocional, una huida
donde ponemos en jaque a todos los que nos rodean, ahora excusamos nuestros
cambios, en emociones, donde no comprendemos, donde no tenemos el control de
nuestra vida, donde no encontramos nuestro sitio, y decidimos alejarnos de los
que piensan diferente, buscando soluciones en escritos de otras personas,
solamente para sentirnos identificados, para decirnos que no somos los únicos
en este mundo que nos sentimos de esta forma, solo intentamos tener
conocimiento, y tapar la emoción sin llegar a experimentarla. Rodeados de
mundos mágicos, de personas maravillosas, de personas que pueden comprendernos,
tapamos la emoción, porque solo nos fijamos en los demás. Dejamos de lado esa
emoción porque nuestra vida vuelve a tener sentido, no somos los únicos,
estamos con personas que nos comprenden, hay escritos que definen lo que nos
pasa.
Pero esta solución tampoco va a durar, porque seguimos
huyendo de nuestra vibración, esto nos dará solo un respiro, porque todo esto
se puede definir de una forma, y es que aquí es cuando hemos empezado a crear
una zona de confort en lugar de tomar el mundo entero como nuestra zona de
confort, hemos creado una vida con sentido alrededor de un escenario, donde
encontramos soluciones. La fecha de caducidad en esta huida, la pone nuestro
ego, nuestra salvación de otras personas pero no de nosotros. Hasta que abres
un día los ojos y no te sirve de nada todo lo que has escuchado, o lo que has
hecho por los demás, porque se te olvido experimentar contigo. Y te encuentras en un escenario donde tampoco
cubres la necesidad más básica que es vivir tu vida.
¿Y qué hacemos?, intentamos adaptarnos, aquí entramos
en la destrucción de nuestra vida.
Cogemos todo lo que nos salga, intentamos montar un control y un orden en
nuestra vida, intentamos adaptarnos a lo que vemos, a lo que encontramos, ya
estamos desengañados de todo, ya hemos perdido la fe en la vida, en la
sociedad, y en nosotros. Solo vemos daños en la vida, no vemos más que
traición, donde todo es negro, donde de
vez en cuando se enciende una luz, pero no se puede alcanzar. Aquí es cuando dejamos de luchar, cuando
abandonamos, cuando solo creemos que los dioses pueden ayudarnos, y que es el
castigo de la vida, y que la vida es así, y no hay más.
La vida no es eso, la vida es un misterio, donde amarte en
los tiempos de más soledad será crucial para tu belleza. Donde dejar de
intentar llevar razón, dejar de
demostrar a los demás lo bueno que eres, lo grande que eres, se convertirá en
un reto contra tu ego. Donde empezarás a ver la sencillez de todo. Donde
demostrar es solo un juego externo, donde copiar y pegar patrones, no te llevan
a ningún sitio. Te verás desnudo y solo, donde solo tienes experiencias que has
convertido en negativas o positivas dependiendo del resultado. Descubrirás que
el sentido de la vida es no tener sentido, que la vida no es de saber si no de
disfrutar, que todo lo que consideras que es felicidad es controlar, saber,
entender, donde todo se puede derrumbar por causas externas. Es aquí cuando
empiezas a mirar por ti, cuando empiezas a justificarte solo delante de ti.
Cuando no intentas salvar al mundo, si no salvar tu vida. Cuando no criticas
nada. Cuando encuentras la belleza en el mundo entero, cuando todo los
escenarios posibles se convierten en tu zona de confort. Cuando vives el
misterio de la vida y disfrutas la sencillez de amar.
No hagas huidas por no comprender, por no detenerte, no
encuentres excusas para reforzar tus decisiones. Encuentra el amor dentro de
ti, escucha tu interior, adopta, acepta y ámate sin excusas, sin dolor y sin
sufrimiento, porque eres único, no hay dos como tú, y eso será la envidia de la
sociedad, pero no la tuya.
Kumbae Terapias Naturales
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