Hace tiempo escuche una historia, que hoy voy a intentar contarla lo más pura posible para vosotros.
Había una mujer en casa con su hija jugando, cuando llaman a la puerta.
m.- ¿Quién es?
La Felicidad, ¿me invitas a entrar?
m.- Ahora mismo no se encuentra mi marido en casa, lo siento.
No te preocupes, espero a que tu marido llegue.
m.- De acuerdo.
A los pocos minutos vuelve a sonar el timbre.
m.- ¿Quién es?
La Abundancia, ¿me invitas a entrar?
m.- Ahora mismo no se encuentra mi marido en casa, lo siento.
No te preocupes, espero a que tu marido llegue.
m.- De acuerdo.
A los pocos minutos vuelven a llamar al timbre.
m.- ¿Quién es?
El Amor, ¿me invitas a entrar?
m.- Ahora mismo no se encuentra mi marido en casa, lo siento.
No te preocupes, espero a que tu marido llegue.
Llega la noche y el marido llega a casa, la mujer le dice, querido han llamado tres personas, una se llama felicidad, otra abundancia y otra amor, me han pedido entrar en casa, y yo le he contestado que tú no te encontrabas. Los tres están fuera esperando contestación para poder entrar.
El marido sale fuera, y le dice que pueden entrar, que los invita a cenar y de esta forma aprovechan para tener una conversación. Pero la respuesta que recibe es que solo pueden invitar a pasar a uno de ellos.
El marido asombrado le pregunta a la mujer que cuál prefiere que entre.
La mujer contesta que la mejor opción sería la felicidad.
El hombre al contrario cree que lo mejor sería hacer pasar a la abundancia, de esta forma no le faltaría de nada.
Y en plena conversación, la pequeña hija que estaba escuchando le dice que ella quiere que entre el amor.
Como el hombre y la mujer no llegan a un acuerdo, deciden hacerle caso a la hija; de esta forma la hija estaría contenta y ellos se ahorrarían seguir argumentando sus decisiones.
El hombre sale de su casa y dice: “hemos decido que el Amor es el que debe sentarse con nosotros.”
Cuando el Amor se dispone a entrar a su casa, se dan cuenta que la Abundancia y la Felicidad van detrás.
El hombre se queda perplejo, y dice: ¿No me habías dicho que no podíais entrar los tres?
Y el Amor contesta:
Puedes tener Felicidad sin Amor y sin Abundancia.
Puedes tener Abundancia sin Felicidad y sin Amor.
Pero no puedes tener Amor sin Felicidad y sin Abundancia. Por este motivo vamos los tres.
Así que antes de tomar una decisión escucha tu corazón. Él no te fallara y te guiara por el camino correcto.
Feliz Año 2016. Actúa con el corazón.
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