Vemos como pasa la vida, esta vida que pensamos que tenemos
que mejorar, mientras que no sabemos hacia dónde ir y cada día nos encontramos más
perdidos.
Nos interesa cualquier cosa y ninguna a la vez, pensamos en
la felicidad como algo difícil de trabajar, pensamos en amor, como algo que
debe ser perfecto y mágico,… buscamos de todo y sin resultado. Pensamos que no
somos capaces de llegar a nuestro destino, somos cada día más ambiciosos o todo lo contrario, cada vez nos cuesta más
encontrar algo que nos llene, no confiamos en nada ni nadie.
Y es que llega un día en el que ya no tenemos sueños, ya no
soñamos, ya nos conformamos con ser partícipes de sueños de otros… qué realidad
más triste, qué dolor produce nuestra verdad, qué sufrimiento se puede apreciar
en nosotros. Y lo peor de todo es que da igual lo que hagamos porque vivimos en
esta realidad y todos los caminos se nublan, se vuelven oscuros, sin ningún
destino que marque nuestra dirección.
Nos agarramos a cualquier acto doloroso para que nuestro
presente tenga importancia, nos destruimos en la realidad más dolorosa
existente por el ser humano y creado por el colectivo social donde
pertenecemos.
¿Qué estamos haciendo mal? ¿Por qué ocurre esto?
Seria soberbia contestar a esta pregunta, pero si es verdad
que tenemos muchísima información para que esto no se produzca, o para cambiar
nuestra realidad.
Desde la opinión personal más humilde y sincera que puedo
ofrecer hoy, que es la mejor versión de mí mismo que puedo encontrar dentro de
mi interior y experimentada es:
Permitirte cambiar de rumbo cada vez que creas conveniente,
no culpar a nada ni nadie de tu situación, te encuentras así porque de una
manera u otra tú lo permitiste, fuera consciente o no.
Reconoce que nada ni nadie tiene poder sobre ti.
Que nadie
te ha fallado, te han fallado tus expectativas, ya que al tenerlas no fuiste
sincero con tus actos, y llegando más lejos todavía, eran acciones o
pensamientos que ni siquiera estaban sucediendo. NO EXISTE EN LA REALIDAD, Y
POR MUCHAS POSIBILIDADES QUE HUBIERA PARA QUE SE HUBIESEN CUMPLIDO, NO LLEGARON
A SUCEDER. NO FUE REAL, NO HAY SUFRIMIENTO.
Pedir perdón, no es un error, no es una debilidad, solo es
una acción como otras tantas que hay. Si hoy pido perdón es porque puedo
demostrar que soy más consciente que ayer y que he visto lo sucedido desde otra
perspectiva, esto implica que hoy soy mejor
que ayer, no perfecto pero si mejor.
Lo que hagas que sea por puro placer, no por encontrar la
felicidad, el destino no te da la felicidad, sólo la podrás encontrar en el
camino que hoy estas andando, y si lo que haces hoy no te satisface, hazlo sólo
para poder cambiarlo mañana, cuando tengas las herramientas que hoy te faltan.
Sueña, sueña a lo grande, disfruta de tu sueño, porque solo
disfrutándolo puedes encontrar las claves para materializarlo. Y no tengas uno,
si no muchos. Cada día más; pero ojo, da prioridad, si no te puedes perder en
tus pasos. Primero uno, luego otro,… de esta forma abrirás la puerta de tu
destino, porque conforme se vayan cumpliendo, tus sueños se irán modificando acercándote
a tu destino.
Celebra, celebra cada derrota, cada alegría, cada día, cada
sueño, celébralo todo, muéstrale al Universo tu aceptación y tu alegría de cada
acto que está sucediendo en tu vida.
Olvida todo lo que leas, habla sólo de lo que experimentes,
y recuerda que no eres inferior en ningún estado a nadie, solo por el hecho de
que en la carrera de tú vida estás solo
tú y las fuerzas que te rodean, no existen segundas ni terceras personas, SOLO
TÚ.
NO TE CONVIERTAS EN ALGUIEN QUE ADORES, CONVIÉRTETE EN TI
MISMO, PORQUE ESO SERÁ TU INMORTALIDAD EN EL MUNDO FÍSICO QUE HOY HABITAMOS Y
EL RECONOCIMIENTO DE TU ALMA EN TU SER.
Ámate, y cambia lo que hoy no consideres correcto, pero amándolo
y reconociéndolo como parte de ti. Lo que encuentres en tu mente, lo
encontraras sólo en tú realidad.
Ama tu vida como el dios supremo que eres dentro del universo de tu realidad.
Kumbae Terapias Naturales
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